¡No te pierdas ninguna publicación! Suscríbete a The Softtek Blog
Por Juan D´Alessandro, Gerente de Negocios de Softtek - Programa del 8 de mayo 2014.
El film Transcendence, que se estrenará próximamente en los cines de todo el mundo, cuenta la historia de Will Caster (interpretado por Johnny Depp), la máxima eminencia mundial de Inteligencia Artificial (I.A), que busca crear una máquina que cuente con todo el conocimiento de la humanidad y toda la gama de emociones humanas. Pero su experimento es tan controversial que los extremistas anti-tecnología buscarán detenerlo a toda costa.
Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de I.A? Este concepto surge en 1950 a partir de Alan Turing, un matemático británico que apela a ella involucrando a distintas disciplinas tales como informática, lógica y la filosofía, siempre con el objetivo de estudiar la creación y el diseño de entidades capaces de pensar por sí mismas.
La película recién mencionada, que seguramente será un éxito de taquilla, apela al concepto llamado “singularidad”, según el cual en el año 2029 las maquinas serán tan inteligentes como las personas, pero como el crecimiento de la inteligencia de las primeras es exponencial, a partir de esa fecha, las máquinas superarán a los humanos en ese aspecto. Este concepto, estipulado por el contemporáneo Ray Kurzweil, es tomado muy en serio ya que Kurzweil ha acertado al predecir con bastante anticipación ciertos hitos tales como la caída del Muro de Berlín y la existencia de la Internet inalámbrica.
Al respecto, vale aclarar que Turing afirmó hace ya varios años que “existirá la I.A cuando no seamos capaces de distinguir entre un ser humano y una máquina en una conversación a ciegas”. En este sentido, seguramente mucho de nosotros hemos chateado o conversado telefónicamente con un asistente virtual de atención al cliente. De hecho, estas soluciones ya se presentan como la primera línea de contacto entre los clientes y muchas empresas. Por ejemplo, en los servicios de chat en vivo para manejar las solicitudes y consultas de los clientes, así como también en los website de e-commerce para asesorar a los potenciales compradores.
En este contexto están aquellos detractores de la singularidad que afirman que como no sabemos fehacientemente cuál es el límite de la inteligencia humana, no podemos darnos cuenta cuando ésta sea superada por la I.A. Sin embargo, hay dos pruebas contundentes que demuestran que la A.I podría ganar la batalla: La primera, en 1997, cuando la supercomputadora de IBM Deep Blue le ganó al campeón de ajedrez Gary Kasparov; y la segunda, en el año 2011, cuando la supercomputadora de IBM llamada Watson ganó el concurso de preguntas y respuestas Jeopardy al competir contra los dos mejores jugadores humanos del momento.
Bajo este escenario, no está de más recordar las palabras de Steve Hawking, considerado como una de las mentes más brillante de nuestra época, quien recientemente dijo: “Si nos llegara un mensaje de una raza extraterrestre que dijera en 20 años nos visitará en la Tierra, ¿Qué haríamos? ¿Por qué no pensar que la I.A podría tener el mismo impacto sobre las personas que una raza extraterrestre? De esta manera, el científico nos alienta a tengamos un debate serio sobre el presente y el futuro de la I.A., sobre todo teniendo en cuenta que actualmente hay máquinas o robots que ya deciden por nosotros tales como el Google Car, los aviones y hasta los asistentes personales incorporados en nuestros smartphones como Siri, de Apple, o Cortana, de Microsoft, ya que en todos estos casos, estos sistemas están creando sus propias reglas de pensamiento a partir de ciertos datos obtenidos previamente.