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“Última llamada para los pasajeros del vuelo con destino Cancún, por favor, diríjanse a la puerta A22”. El mensaje de megafonía resonaba en los pasillos del aeropuerto y en cada una de las personas que allí se encontraban. Cada una cogería aquel vuelo con un objetivo e ilusión, sin saber qué les depararía aquel paradisiaco destino. Incluidos ellos: nuestros Softtekians. Personas que vivirían por primera vez una aventura inigualable: La Softtekiada. Un evento del que habían oído hablar durante años, pero que, realmente, no les podían nunca explicar con palabras. Una experiencia increíble en la que las personas que entraban, nunca eran las mismas que salían. Y ellos, ansiaban por vivirlo por sí mismos.
Cruzar el charco para llegar hasta aquí no había sido un camino fácil. Desde principios de año muchos Softtekians formaron parte de “Get in the Game”, un conjunto de actividades deportivas y de habilidades que les proporcionarían el billete al mayor evento cultural y deportivo de Softtek.
Una partida de bolos entre amigos, una lucha de láser tag en un almacén abandonado, una ruta por kayak en el corazón de las Hoces del Duratón, una tarde de enigmas para salir de una sala y hasta una caída tras otra en un juego de Humor Amarillo. Éstos fueron algunos de los desafíos a los que debieron enfrentarse nuestros Softtekians, mientras disfrutaban de tardes cargadas de buen rollo y un gran sentimiento de equipo.
Y actividad tras actividad…llegó el gran día. Nada más aterrizar el avión, ya sintieron como el calor mexicano les daba la bienvenida. Les esperaban tres días de emoción, esfuerzo y muchas sorpresas, de las que ni ellos mismos eran conscientes.
Riviera Maya sería el enclave en el que más de mil personas entrarían a formar parte de la historia de Softtek como protagonistas de una de las Softtekiadas más increíbles vividas hasta ahora.
La música marcó el ritmo en una primera noche llena de bailes, emociones, energía y ¡muchísimas sorpresas! El talento ya no era solo tecnológico, si no que ¡teníamos auténticos bailarines! Softtekians que no habían parado de ensayar para demostrar su valía y su arte cultural sobre el escenario. Y entre todas las sedes participantes, allí estaban nuestros Softtekians de España bailando la Macarena, ¡haciendo bailar hasta a la mismísima Blanca Treviño! ¡Qué arte!
Y la gran sorpresa de la noche fue Bitty: la mascota oficial de la Softtekiada, diseñada por Diego Ogando, que había cobrado vida propia. ¡Y vaya manera de moverse y disfrutar del ambiente!
Sin duda, la cultura y la pasión se respiraban en cada uno de los rincones del hotel. No importaba el lugar desde el que se venía, solo la ilusión que te había llevado hasta allí. Nunca antes se había tenido la oportunidad de coincidir con tantas personas de otros países de las que poder aprender y enriquecerse, mientras se bailaba al mismo son.
Y no solo bailar, los Softtekians habían llegado hasta allí para demostrar también que no solo son expertos tech. Allí se vivieron grandes partidos de baloncesto, volley, fútbol y pelota tarasca, entre otros. Los Softtekians de España se estrenaban en deportes como volley y pelota tarasca y ¡los nervios y la emoción estaban a flor de piel!
El deporte, elemento clave que nos había unido, fue capaz de traspasar toda barrera posible llegando a las pantallas de todas las partes del mundo, gracias a las retransmisiones en vivo de la mano del equipo de Social&Media. Uno de los squad que, junto al resto de Softtekians de Staff y sus respectivos Squad, hicieron posible que todo fuera un éxito. ¡Enhorabuena, equipazo!
De esta manera fue posible que muchos Softtekians españoles vivieran la intensa final que se disputó de Pelota Tarasca, un antiguo deporte mexicano, entre España y Monterrey. Una final que, aunque no les hizo vencedores, le subió al pódium trayéndose la medalla de plata a casa. ¡Enhorabuena subcampeones!
Fueron tres intensos días que hicieron que la vuelta a casa fuera difícil, y no solo por la tristeza de haberla terminado sino por el recuerdo de todo lo que allí habían vivido, las personas que habían conocido y cada una de las sensaciones que esta experiencia había suscitado en ellos.
Pero también regresaron con energía para poder enfrentarse a nuevos desafíos y volver una vez más a revivir esta gran experiencia. Una experiencia que les acompañará para siempre.
Y tú, ¿quieres también vivirla? 😊