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En tiempos en que las organizaciones necesitan ser ágiles e innovadoras para responder a clientes cada vez más exigentes, la modernización de las aplicaciones surge como una necesidad imperiosa. De hecho en una encuesta de 2023 realizada por Foundry entre líderes de grandes compañías estadounidenses el 87% de los consultados citó a la modernización de aplicaciones críticas como un factor clave para el éxito de su negocio y para obtener ventajas competitivas.
Ahora bien: ¿cómo saber si una aplicación es candidata a la modernización? Como indica Esteban Falasco, Practice Manager de Softtek, lo primero “es preguntarse si está entregando el valor comercial deseado, si es compatible con las tecnologías modernas y si cumple con los estándares de seguridad actuales; también si el costo de modernización se justifica a partir de los beneficios esperados y si el cambio producirá una mejora sustancial en la eficiencia operativa o en la experiencia del usuario”. Además, es importante revisar si la aplicación actual puede crecer y adaptarse a las demandas futuras.
Si tras este análisis se llega a la conclusión de que hay que modernizar, habrá que iniciar la fase de "exploración y evaluación", que tal como indica Marco Valentín, Digital Practice Lead & Software Architect en Softtek, “proporciona una comprensión clara y detallada del alcance y los requisitos del proyecto”. En este momento convendrá seguir los siguientes pasos:
Estrategias y errores frecuentes
En otro relevamiento internacional realizado entre profesionales de tecnología de grandes empresas, el 92% dijo que estaba trabajando activamente en al menos un proyecto de modernización de aplicaciones. Sin embargo, el 79% también admitió algún fracaso anterior. Como se ve, estos proyectos presentan sus desafíos y complejidades, por lo cual es importante encararlos con una hoja de ruta clara, y dejar este tema en mano de expertos.
Como sugiere Esteban Falasco, Practice Manager de Softtek, muchas veces las organizaciones evitan la modernización de aplicaciones “ya sea por restricciones presupuestarias, falta de recursos internos especializados, resistencia al cambio, posible impacto en aplicaciones satélites o por prioridades de negocio diferentes”. Ahora bien, cuando se deciden a avanzar, las compañías pueden optar por diferentes estrategias según cuál sea su necesidad y su caso.
Una de las estrategias más comunes es la de rehospedaje: suele usarse cuando no se requieren cambios en el código, pero se busca mayor velocidad; en tal caso se migran las aplicaciones del entorno informático anterior a uno nuevo, habitualmente basado en servicios en la nube. Otra estrategia habitual es la de refactorización, que involucra cambios mínimos en el código para ganar velocidad y productividad en el entorno de nube. Y cuando no queda otro remedio, también es frecuente que las empresas deban recurrir a otra estrategia más radical, que sería la reconstruir por completo la aplicación.
En estos procesos las empresas suelen cometer algunos errores que deben evitarse, como carecer de una visión integral del alcance del proyecto que considere a todos departamentos de la organización, priorizar el ahorro de costos sobre la calidad y subestimar los costos y recursos necesarios.
Por otra parte, en los proyectos de modernización de aplicaciones también es frecuente que las empresas se pregunten cómo pueden minimizar los posibles tiempos de inactividad. Para ello, como sugiere, Valentín, hay que efectuar una planificación detallada que incluya un análisis de riesgos y un plan de contingencia y realizar una modernización gradual e incremental (abordar problemas específicos sin afectar todo el sistema). Además, se deben realizar pruebas continuas y exhaustivas en un entorno de desarrollo antes de implementar los cambios en producción. Y hay que capacitar al personal en las nuevas tecnologías y procesos para evitar errores que puedan causar inactividad.
Seguridad e integración
La seguridad juega un papel fundamental en la modernización de aplicaciones, ya que las nuevas tecnologías y plataformas pueden presentar vulnerabilidades que deben ser abordadas para proteger los datos y la infraestructura de la empresa. En tal sentido la recomendación de ambos expertos es implementar seguridad multicapa y basarse en el principio de confianza cero, incorporar medidas desde el diseño de la aplicación y realizar pruebas de seguridad regulares durante el proceso de modernización. Además, hay que implementar controles de acceso y cifrado de datos y trabajar con el principio de mínimo privilegio (es decir, que los usuarios y sistemas tengan solo los permisos necesarios para realizar sus funciones). En este campo también es importante trabajar sobre la capacitación y concientización del personal y mantener las aplicaciones y sistemas actualizados con los últimos parches de seguridad.
Al modernizar las aplicaciones también es fundamental garantizar la compatibilidad y la adecuada integración con otros sistemas existentes. Para ello se recomiendan varias acciones, como utilizar estándares de interoperabilidad, APIs y microservicios, realizar pruebas de integración para detectar y resolver problemas e implementar un proceso de gestión de cambios efectivo.
Cuando está bien encarada, la modernización de aplicaciones genera varios beneficios fundamentales para las organizaciones, como agilidad mejorada, mayor eficiencia operativa, incremento de la escalabilidad, reducción de costos de mantenimiento y mejora de la experiencia del usuario. Además, dejan a las compañías en mejores condiciones de innovar y responder con rapidez a las nuevas demandas del mercado.
En Softtek tenemos toda la experiencia necesaria para guiar y acompañar estos procesos, de forma tal que resulten exitosos y aporten auténtico valor para las empresas.