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La inteligencia artificial, la automatización y otras tecnologías que impulsan la transformación digital están cambiando radicalmente la forma en que operan los fabricantes de medicamentos. Efectivamente, desde la planificación de la cartera, el desarrollo de medicamentos, el marketing directo al consumidor, las finanzas y otras funciones administrativas están siendo replanteados en el nuevo contexto.
Sin dudas, la tecnología cumple un rol estratégico ya que le permite a las compañías farmacéuticas mejorar la eficiencia, descubrir nuevas oportunidades de negocios y construir mejores relaciones con pacientes y médicos. Por ejemplo, las tecnologías emergentes, como la automatización robótica de procesos (RPA), pueden realizar tareas complejas y repetitivas y hacerlas con mucha más eficacia que dependiendo de la interacción humana. Por otra parte, con un mayor uso de las soluciones móviles, los pacientes pueden proporcionar un flujo continuo de datos para ayudar a las compañías a comprender mejor las condiciones de salud, las respuestas al tratamiento y potencialmente mejorar los resultados médicos.
La convergencia de RPA, el aprendizaje automático, la computación cognitiva, la inteligencia artificial y la analítica avanzada están impulsando una transformación incomparable del modelo de negocios. Así es como las organizaciones de este sector están racionalizando sus procesos, modernizando los sistemas y la infraestructura empresarial para mejorar la eficiencia, la flexibilidad y la velocidad de comercialización.
Frente a este panorama, las tecnologías mencionadas tienen sus propias curvas de adopción. Por caso, una de las más utilizadas son las de Data & Analytics, ya que dentro de la industria farmacéutica se utilizan tanto para el ámbito del diagnóstico como para lo predictivo
Por otra parte, la conectividad entre pacientes, dispositivos y médicos está creciendo a un ritmo desenfrenado. La consultora Allied Market Research proyectó que se espera que el mercado global de atención médica de Internet de las cosas crezca a $ 136.8 mil millones para 2021. Y es que los dispositivos conectados crean una multitud de puntos de contacto para monitorear a los pacientes y su actividad, en tanto que la conectividad puede ayudar en el manejo de enfermedades para prevenir emergencias médicas y reducir hospitalizaciones innecesarias. En resumen, gracias al uso de herramientas de Data & Analytics se puede poner el foco en los pacientes que necesitan más atención, al tiempo que también sirven para rastrear la progresión de la enfermedad y alertar a un médico en caso de que se necesiten su intervención.
Por otra parte, el poder del aprendizaje automático y la RPA permiten a los laboratorios descubrir biomarcadores y determinar qué pacientes pueden beneficiarse más de un medicamento en desarrollo. En simultáneo, el análisis de la salud de la población puede ayudar a establecer algunos puntos de referencia para determinar la eficacia de un medicamento que se está desarrollando. En efecto, al observar poblaciones enteras de grupos de pacientes y tomar datos más precisos, los programas de tratamiento pueden adaptarse mucho más a los pacientes haciendo realidad el concepto de “medicina personalizada”.
Como se ve, los ejecutivos de esta industria están ante la oportunidad de utilizar la tecnología para transformar sus modelos de negocio. El uso de inteligencia artificial puede ayudar a aumentar el potencial del trabajo humano mientras que RPA es útil para automatizar tareas creando oportunidades en áreas como finanzas, adquisiciones, recursos humanos y legales, entre otras para reducir costos y ampliar la capacidad de los empleados para que realicen trabajos de mayor valor.
A modo de conclusión, está claro que el futuro de la industria farmacéutica está muy vinculado al uso de determinadas herramientas tecnológicas. Los laboratorios, entonces, deberían adoptar una mirada innovadora para abordar los vencimientos de patentes de productos existentes, potenciar los esfuerzos de promoción, lidiar con los altos costos, incrementar la productividad del área de Investigación & Desarrollo, y también medir la farmacoeconomía para defender los precios de los productos.
Dada la oportunidad histórica que ofrecen la inteligencia artificial y la RPA, entre otras, los máximos ejecutivos de las farmacéuticas deberían aprovechar las plataformas tecnológicas para modernizarse, protegerse y apuntar a mejorar la seguridad y la eficacia de los medicamentos recetados así como la experiencia del consumidor. También deberían adoptar IoT, las tecnologías móviles y aprovechar el poder del big data. Todo esto para que la organización se alinee, por un lado, al concepto de transformación digital que está dominando el mercado corporativo global, y, por el otro, para enfocarse en ofrecer una medicina más personalizada que conduzca a una atención más efectiva y eficiente.