En el último ranking de marcas más valiosas publicado por la revista Forbes, http://www.forbes.com/powerful-brands/list/, 4 de las cinco primeras marcas son de tecnología, ¿coincidencia?
(Extracto de programa de radio El Futuro bajo control por Juan José D´alessandro y Javier Porretti).
Para su análisis, Forbes tiene en cuenta el valor bursátil de la empresa, el posicionamiento de la marca en la mente de los consumidores y sus sentimientos positivos hacia ella, y su gasto en publicidad, entre otros.
El podio fue liderado por Apple, seguida por Microsoft. El tercer lugar fue ocupado por Coca Cola secundada por IBM y finalmente Google, ubicada en quinto puesto.
¿Qué se dio en este último tiempo para que empresas que hace treinta años no existían en el mercado hoy estén liderando este ranking?
Si analizamos la variación bursátil de estas empresas, podemos notar que muchas de ellas funcionan como un electrocardiograma. Esta variación está dada en la mayoría de los casos por el lanzamiento de un nuevo producto al mercado, por la compra de una nueva empresa, o por un giro en la estrategia de venta. Es claro que se trata de empresas cuyo fetiche es la innovación. Y su precio es el riesgo de la prueba y el error, que muchas veces las obliga a abandonar proyectos muy rápidamente cuando no funcionan. La colaboración y la globalización imperantes hacen que aquellos iniciadores que prueban el producto rápidamente expandan su experiencia a través de las redes sociales influenciando la compra del resto de los consumidores. El word of mouth es determinante.
Lograr la innovación y hacer que cause efecto positivo sobre el mercado no siempre se da, y aquellos que apuestan comprando acciones colocan sus expectativas en cuál será la capacidad futura de las empresas para causar este efecto.
Una clara muestra de esto es el caso de Apple que, si bien lidera el ranking siendo reconocida como una de las empresas de vanguardia, en el último año perdió un 20% de valuación bursátil. Quizás, luego de la salida de la última versión de IPhone, que fue furor, y de la pérdida de su figura clave: Steve Jobs, el mercado se haya empezado a preguntar si esta empresa puede seguir innovando de la misma manera en la que lo venía haciendo.
De cualquier manera, tanto Apple como el resto, tienen un factor común: todas cuentan con un claro enfoque, que las acompaña y guía en cada acción.
En el caso de Microsoft y Google, el enfoque fue siempre estar donde está el mercado, la masividad. “Tener una estación de trabajo que funcione con nuestro software en cada escritorio y
en cada hogar” fue la visión de Bill Gates.
Microsoft desde sus inicios mantuvo un crecimiento constante incrementando en el último año un 22% su valor bursátil. Y ha sabido mantener esta posición gracias a la inversión constante y llevando como bandera una política invasiva de productos y con código cerrado.
Google, el motor de búsqueda por excelencia, y la página más visitada del mundo, dejó de ser sólo un buscador y ha buscado su posicionamiento a través de la compra de empresas ya posicionadas -empresas como Waze, una red social muy utilizada en USA y en Europa, con información del tránsito, fue comprada por Google recientemente.
Esto marca la tendencia: las empresas de tecnología se están concentrando cada vez más y aumentando su diversificación gracias a la compra de empresas emergentes.
Su sistema operativo, Android, ya está siendo utilizado en más de 900 millones de celulares, el 50% del mercado.
El enfoque de Apple es la exclusividad. Tomando en cuenta os hechos, Apple es la empresa que más vende por metro cuadrado y esto es porque se focaliza en generar valor agregado y no pensar sólo en la funcionalidad de sus productos sino en la experiencia total del usuario. ¡Muchos de los consumidores de Apple no tiran el packaging!
Y efecto de su exclusividad es que Apple se presenta como una marca cerrada, sus productos no están abiertos a la comunidad, muy diferente a lo que hace Android, cuyo código es abierto - cualquiera puede modificarlo o accionar sobre él para tener su propia versión. De esta manera,
Apple tampoco incluye conexión a USB en sus dispositivos y si bien es una funcionalidad menos, sus leales consumidores no dejan que esto afecte su percepción hacia el producto.
Cada una con su visión, todas ofrecen lo mismo: tecnología. Y es claro que esta materia dejó de ser algo inherente a las áreas de sistemas, ya es parte de la vida del consumidor. Es por eso que continúa creciente el valor otorgado tanto al hardware como al software, tanto al dispositivo móvil
como a la pc. No es casual entonces que en el futuro, las empresas más valiosas
sigan siendo las empresas relacionadas a la tecnología.
