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A lo largo de 2018, la transformación digital estratégica se ha vuelto más generalizada en los distintos ambientes empresariales, ha pasado de afectar únicamente al departamento TI a impactar en la competitividad de toda la compañía. Lo que ha provocado que las tecnologías disruptivas se expandan.
Por otro lado, la responsabilidad de llevar a cabo esta transformación se esta moviendo a la C-Suit y a grupos colaborativos y multifuncionales, que siguen teniendo la experiencia del consumidor como el área líder dentro de las inversiones en transformación digital.
La experiencia de los empleados y la cultura organizacional también están aumentando en importancia a la hora de empoderar y acelerar el cambio, del mismo modo que el crecimiento y la innovación.
Está claro que la transformación digital está madurando hacia un movimiento empresarial. A la vez que moderniza forma en que las empresas trabajan y compiten, ayudando a adaptarse y crecer efectivamente en una economía digital en constante evolución.
Sin embargo, también deja en evidencia que todavía hay mucho trabajo por hacer. Las empresas están, en general, priorizando la tecnología sobre la comprensión de las tendencias disruptivas que están influyendo en los mercados y, más específicamente, en los clientes y en el comportamiento y expectativas de los empleados.
El propósito principal que deberían buscar todas la organizaciones con la transformación digital no debería centrarse en la adopción de lo digital, sino en crear una cultura de cooperación e innovación, respaldada por el uso de herramientas digitales.
El cambio y las innovaciones digitales van más allá de la TI, se trata de la búsqueda en constante evolución de negocios innovadores y ágiles y, modelos operativos (alimentados por tecnologías en evolución, procesos, análisis, y capacidades de talento) para crear nuevos valores y experiencias para los clientes, empleados y partes interesadas.
Por ello, el 85% de las compañías que han iniciado un proceso de transformación digital, se han expandido más allá de TI. Se trata de un porcentaje prometedor, que deja de manifiesto, como la automatización se está acercando cada vez más a todas la compañías independientemente del ámbito en el que se muevan.
Además, el 90% de las compañías que han iniciado este proceso está de acuerdo en que la digitalización transformará la forma en que funcionan, en particular al cambiar la forma en que se comunican con los clientes y la forma en que se produce la colaboración, no es de extrañar que casi tres cuartas partes estén de acuerdo en que las que no adopten formas de trabajo digitales se quedarán rezagadas.
Cabe destacar cuatro sectores fundamentales para la globalización de la digitalización: construcción, centros de datos, industria e infraestructura.
Construcción
En la construcción, el valor empresarial de la transformación digital se encuentra en la utilización de un menor uso de energía, una mayor comodidad de los ocupantes, y en la simplificación de las operaciones. En términos de energía, los edificios reunen un 36% de todo el uso global de energía y generan el 39% de emisiones de carbono.
Sin embargo, gracias a la automatización los edificios generan más energía de la que utilizan, llegando a generar un 100% más de la energía que necesitan, como resultado de la combinación entre la gestión de energía, la automatización y la conectividad IoT.
Es esta misma conectividad IoT la que permite el control ambiental basado en aplicaciones sobre la iluminación y la temperatura, impulsando así la comodidad de los habitantes de los edificios.
Centros de datos
Como ya se ha comentado anteriormente, la infraestructura de TI, se lleva una gran porción del presupuesto para la transformación digital de las compañías, por ejemplo, el enfriamiento de los dispositivos puede llegar a suponer el 40% de los costes totales.
Se espera, que para 2025, el consumo del área de información y electricidad de la industria de la tecnología de las comunicaciones se disparará un 20,9% y por lo tanto representan el 5,5% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En contraste con estas proyecciones, el éxito está surgiendo en los centros de datos transformados digitalmente alrededor del mundo. Esta nueva generación de centro de datos puede funcionar 20% más rápido con infraestructura modular. Esta capacidad de hacer más computación con un menor coste es posible a través de una integración de software de supervisión, análisis de la nube y soporte experto.
Industria
La misma promesa de hacer más con menos se aplica al sector industrial. El internet industrial de las cosas (IIoT) conecta el inventario a los sensores inteligentes a través de la cadena de suministro, haciendo que sea más fácil que nunca llevar productos al mercado de manera más rápida y con menores costes de producción.
Además de eso, impulsar digitalmente las plantas, con su registro continuo y su monitoreo en tiempo real, facilita el cumplimiento normativo y mitiga los impactos ambientales.
Sin embargo, a pesar de este potencial, solo el 7% de los responsables de la toma de decisiones de la C-suite informaron una estrategia IIoT completa. No obstante, las empresas que sí promulgan una estrategia integral están viendo resultados muy positivos, llegando a aumentar la eficacia general de las compañías de un 45% a 65 % en dos años, además de reducir el tiempo de inactividad del equipo en más de un 50%.
Infraestructura
La infraestructura, ya sea pública o privada, se pondrá a prueba en las próximas décadas. Las poblaciones en expansión, especialmente en las nuevas economías, continuarán enfatizando los sistemas que mueven personas, productos y energía en todo el mundo. Además, la urgencia de la globalización y el cambio climático requerirán una infraestructura para cumplir con esta capacidad de crecimiento al mismo tiempo que reduce las emisiones de gases. Esta paradoja energética debe resolverse, y lo hará, a través de la transformación digital.
La industria de la energía eléctrica ha incorporado a la transformación digital, la red inteligente, la cual alberga miles de millones de componentes (por ejemplo, medidores eléctricos, transformadores, condensadores, fasor unidades de medida, y líneas de energía) que están ahora están bajo el control de un sistema arquitectónico digital centralizado.
Dado que una transformación digital exitosa se requiere un esfuerzo transversal y funcional en toda la empresa, cada vez es más necesario para los ejecutivos poseer un ámbito organizativo más amplio.
Los CIO destacan como los “dueños” oficiales de las iniciativas digitalizadoras con un 28%. Seguido de los CEO, los cuales también están tomando un papel importante. No obstante, la participación de los presidentes ejecutivos y las juntas hasta el momento es baja.
El papel del CEO como patrocinador ejecutivo de la transformación digital, también está en aumento, llegando al 23%. Actualmente, tanto el Director de Innovación como el Director Digital poseen una gran participación en las estrategias transformadoras, lo que indica que los roles se combinan con el tiempo a medida que lo digital se convierte en la nueva norma y como la innovación se convierte en una prioridad en la transformación del negocio.
En el caso de los CMOs están enfocados en la automatización del área de marketing, junto a nuevos dispositivos, aplicaciones y servicios bajo demanda para impulsar nuevos comportamientos y expectativas del cliente.
A pesar de las ventajas que ofrece la transformación digital, los líderes empresariales que deciden adoptar una estrategia digitalizadora, no están exentos de enfrentarse a diversos desafíos. Por ello es necesario, anticiparse y abordar de manera secuencial todos estos “problemas”.
El principal desafío reportado por los ejecutivos es la falta de datos o ROI para justificar el valor de transformación digital (29%). Seguido, por el 28% de los líderes empresariales que citan el presupuesto y la percepción de la transformación digital como un centro de coste, no como una inversión para mejorar el desempeño y crecimiento.
Estos dos retos están entrelazados. Cuando se trata de transformación digital y innovación, muchos ejecutivos, consejeros o accionistas se encuentran a menudo «fuera de contacto» con los factores que impulsan la evolución del mercado y las interrupciones.
Mientras ellos a menudo perciben la transformación digital como un recurso que se aleja del valor accionista y del desempeño trimestral, la realidad es que se trata de una inversión en competitividad y en creación de valor a corto y largo plazo.
Sin datos claros que muestren cómo la transformación digital afecta positivamente a la línea de fondo, los transformadores digitales o los agentes de cambio, deben de seguir luchando para obtener los recursos que necesitan para tener éxito.
El tercer desafío más difícil que experimentaron las empresas es la resistencia ante el cambio de las dinámicas humanas.
Esto indica que la transformación evoluciona más allá de la TI y el marketing, existe una mayor necesidad de liderazgo y recursos humanos para unir e involucrar a la fuerza laboral en torno a estos temas.
Anteriormente el tercer desafío más importante en la transformación digital era la cultura de la empresa, sin embargo, ahora ha bajado hasta el quinto puesto. A menudo, las culturas corporativas son rígidas y anticuadas, ya que se desarrollaron para un tipo diferente de trabajo realizado bajo diferentes aspectos circunstanciales.
Por ese motivo, la cultura empresarial y las estrategias que engloban la experiencia del cliente deben experimentar una evolución significativa para acelerar el cambio desde dentro hacia afuera.
La mayoría de las empresas afirman que la modernización de la experiencia del cliente es una prioridad dentro de la transformación digital y, además, la mayoría de las empresas están investigando como mejorar el viaje de los clientes.
Esto presenta una oportunidad significativa para las compañías que buscan avanzar en sus esfuerzos de transformación digital a través de las experiencias de los clientes, físicas, digitales o móviles.
Se trata de un dato alentador ya que demuestra un nivel creciente de madurez (la «élite») entre las empresas que están progresando en la transformación digital, por ejemplo, el 35% de las organizaciones ha definido completamente el viaje del cliente en el último año y han utilizado esos datos para priorizar su hoja de ruta de transformación digital. Y un 24% adicional está estudiando activamente el viaje del cliente móvil y en tiempo real.
Al mismo tiempo, el espectro de madurez del viaje del cliente también incluye compañías que están operando sin el beneficio de la información del cliente. Existe un porcentaje notable de empresas (41%) que recientemente han comenzado a investigar el comportamiento de sus clientes y otras están esperando resultados (27%).
La tradición anual de invertir en transformación digital y CX sin estudiar los viajes y los datos de los clientes están llegando a su fin. A medida que los clientes se vuelven cada vez más digitales, generan más y más datos y, en una era de donde las tecnologías más innovadoras como el machine learning están a la orden del día, las empresas tienen una oportunidad única de convertir estos datos en información valiosa, para poder mejorar la experiencia, el desempeño y el crecimiento empresarial.
El objetivo para la mayoría de las empresas y organizaciones ahora es ir más allá de las consideraciones del potencial inicial de la transformación digital. Algunos de los motivos por los que impulsar la digitalización empresarial se resumen en: