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La necesidad de infraestructura y servicios en la nube en las compañías continúa aumentando a un ritmo acelerado, debido a diversos impulsores de adopción de la nube. Actualmente, se prevé que el gato global en servicios de nube pública crecerá para finales de este año un 23,1% respecto a 2020 con un total de 332.300 millones de dólares.
A menudo la adopción de esta estrategia no está bien organizada por las empresas que buscan obtener un ROI que capitalice la tecnología. Por ello, sin una estrategia bien definida, puede que las empresas no alcancen sus objetivos previstos.
Generalmente, las compañías tienden a pensar que mover cargas de trabajo a la nube puede reducir el coste de IT al eliminar las inversiones en infraestructura local. Cuando el proceso se realiza de la manera adecuada, esto es cierto, pero si se hace de manera descontrolada, los costes se elevan.
Llegado este punto, se plantea si la migración masiva a la nube es una buena estrategia. Diversos informes consideran que las implementaciones en la nube pueden llegar a entregar cuatro veces el ROI en comparación con las cargas de trabajo locales, gracias a los beneficios de funcionalidad, agilidad y facilidad que supone una arquitectura en la nube.
Al menos un 55% de las compañías utilizan los modelos multicloud y el 21% depende de al menos tres sistemas en la nube, lo que genera mayor complejidad a la forma en la que administran sus entornos multinube, dando como resultado costes ocultos y dificultades para mantener estos entornos híbridos. Una estrategia en la nube administrada adecuadamente puede optimizar los costes, pero siempre que se establezca un control y optimización de la arquitectura adquirida.
Los modelos de administración de gastos se suelen realizar con un presupuesto de forma trimestral o anual, pero dicho modelo no es el más adecuado para la migración a la nube, ya que sus mecanismos de pago se realizan por uso. Los factores que influyen a los costes ocultos de las estrategias de adopción de la nube son:
Así pues, los servicios que migran a la nube necesitan un plan de acción en el cual se establezcan presupuestos y un control del gasto, junto con un sistema de alerta cuando los costes reales superan a los costes previstos.
Etiquetar las cargas de trabajo en la nube muchas veces supone un gran esfuerzo y puede provocar que las compañías abandonen la migración por completo, pero en ese punto, tratar de volver a las instalaciones locales puede suponer unas pérdidas elevadas.
Las herramientas de modernización, el análisis, la clasificación de aplicaciones prioritarias y la planificación adecuada son claves para tratar de generar el mayor ROI de la migración a la nube. Entre los aspectos para tener en cuenta como estrategia destacan:
En el ámbito de la distribución, la mayoría de los distribuidores de Estados Unidos se han trasladado a una plataforma ERP basada en la nube o tienen intención de hacerlo próximamente. Este tipo de plataformas conllevan que las funciones estén siempre actualizadas, exista una mejor eficiencia del personal tecnológico y se obtengan mejores tiempos de actividad y seguridad.
Con vistas al futuro, sería ideal que el ERP basado en la nube se adopte universalmente en la próxima década. Tratar de calcular el ROI para este tipo de migración puede parecer complicado, pero no es así. Se puede generar la recuperación financiera en un orden corto siempre que se estimen mejoras y se apliquen suposiciones generales.
El impulso de los ingresos, el ahorro de costes, la mejora de la calidad y el desempeño, la reducción de los requisitos de capital y los ahorros en la nube son los elementos clave que impulsan el ROI en la nube. Además, Existen los beneficios de la facilidad de uso, la satisfacción del cliente y la mejora de la calidad laboral.
Se estima que las empresas que contratan la totalidad de la tecnología ERP en la nube, obtienen una recompensa estimada de más de 1.500 dólares por usuario. Esta reducción de costes combinada con otros beneficios que conllevan los sistemas ERP puede llegar a generar un ROI anual de más de 3.000 dólares por usuario.
Al igual que con cualquier estrategia a implantar por una compañía, en el proceso de migración a la nube se debe establecer el inicio de la transformación, definir los objetivos, analizar y determinar qué herramientas son necesarias y están disponibles en el mercado para iniciar dicha estrategia.
Para llevar a cabo estos procesos, se debe conocer el estado del negocio y el uso de la tecnología que puede abarcar la compañía, con objetivos claros y realistas, e identificando el equipo o los equipos adecuados para liderar la transformación.
En conclusión, obtener un ROI exitoso no será un proceso simple porque requiere una evaluación de las aplicaciones que existen dentro de la compañía y cuánta deuda técnica se ha acumulado. Las empresas deben conocer las herramientas que están disponibles en el mercado y serán valiosas y viables según las necesidades y la estrategia adoptada.