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El valor del diseño en la creación de un producto digital.

El diseño de experiencias de usuario e interfaces es uno de los trabajos más en alza en la era digital. A la vista está el crecimiento exponencial del equipo de UX/UI en Softtek. Un gran indicativo sobre la importancia que cobra dicho papel y el buen resultado que se está dando en el cumplimiento de las necesidades y mejoras de nuestros clientes y usuarios.

¿Qué es la experiencia de usuario?

Podríamos definirlo como la sensación, sentimiento, respuesta emocional, valoración y satisfacción del usuario respecto a un producto.

En el equipo de diseño UX (Experiencia de Usuario) nuestra máxima ambición en cada proyecto es crear productos que brinden experiencias significativas y relevantes para los usuarios. Esto implica el diseño de todo el proceso de adquisición e integración del producto, incluyendo todos los aspectos de identidad de la marca, el diseño en global, y como no, la usabilidad y función.

 

La importancia del usuario, pero también del negocio.

Otra de las tareas como diseñadores es conseguir alinear las metas de negocio con las necesidades del usuario. Siempre tratamos de no descuidar ninguna de las dos partes a pesar de que puedan encontrarse en diferentes extremos.

Debemos entender que trabajamos para un empresa con unos objetivos a alcanzar, pero que también estamos creando un producto para el usuario que estará detrás.

¿Bonito vs funcional?

Cuando hablamos de diseño tendemos a pensar en algo meramente visual y estético, cuando en realidad un UX Designer toma decisiones a muchos más niveles.

Decidir qué hará, cómo lo hará y qué aspecto tendrán las acciones dentro de una aplicación, por ejemplo, son fundamentales para conseguir poner solución a un problema.

Podríamos decir que una buena funcionalidad va antes que una atractiva apariencia, pero en la que una sin la mano de la otra no funciona. Hay una línea muy estrecha entre un buen diseño y uno malo. Si consideramos que todos tenemos gustos diferentes y preferencias particulares, en cuanto a estética se refiere, podemos llegar a conclusiones muy distintas.

Pero cuando un diseño se desarrolla de manera estratégica para satisfacer las necesidades de comunicación específicas de imagen de una marca, teniendo en cuenta las características de uso particulares de los usuarios, ya podemos etiquetarlo como un buen diseño aunque estéticamente no nos guste. Por el contrario, un diseño que estéticamente sea muy atractivo y llamativo, pero en la que se entorpece la interacción con la información que se desea comunicar, entonces podríamos considerarlo como un mal diseño.

Respecto a este punto, una de las figuras más representativas del diseño funcional fue Dieter Rams, quién estableció los diez principios de diseño:

  1. El buen diseño es innovador.
  2. El buen diseño hace útil un producto.
  3. El buen diseño es estético.
  4. El buen diseño hace comprensible un producto.
  5. El buen diseño no es intrusivo.
  6. El buen diseño es honesto.
  7. El buen diseño es duradero
  8. El buen diseño es minucioso hasta el último detalle.
  9. El buen diseño es respetuoso con el medio ambiente.
  10. El buen diseño es diseño en su mínima expresión.

 

Tenemos la parte de UX, ¿y la UI ?

En el diseño UI (Interfaz de usuario) es donde comenzamos a darle el “look & feel” al producto con la estructura e interacción de los elementos de la interfaz, teniendo siempre presente su función, utilidad e imagen de la marca entre otros aspectos.

Aquí es donde comenzamos a crear las guías de estilo (con sus tipografías y colores), los componentes, etc…

Además, hay que destacar que el “UI” es una parte más del “UX”: todo camina en conjunto.

 

Un ejemplo del proceso de trabajo

Conocer el producto a nivel negocio y sus objetivos, identificar y validar problemas, atender las necesidades de los usuarios, y en definitiva, realizar un buen trabajo de “research”, es para nosotros una tarea fundamental para abordar con éxito todos los puntos nombrados anteriormente.
Una vez abarcado este apartado, ya podemos pilotar con conocimiento real sobre el proyecto y comenzar a trasladarlo a la parte del diseño UI.

Idear, crear, diseñar, prototipar y testar para darle forma y color a solución propuesta.

Eso no quiere decir que debamos ceñirnos a unos compases exactos para desarrollar el diseño del producto. Más bien todo lo contrario. Es un proceso iterativo y NO lineal, que puede requerir regresar varias veces a una misma parte para hacer revisiones, modificaciones y variaciones.

En el siguiente diagrama podemos ver un ejemplo básico de cómo sería el proceso:

 

Fases proceso de trabajo: planificación, diseño, evaluación, implementación y monitorización

 

Conclusiones

Un correcto diseño de (UX/UI) asegurará proyectar bien el producto digital desarrollado desde un inicio, bajo unos patrones que nos permitan evolucionar, y optimizando el trabajo con el resto de equipo front-end.

Esto también conlleva disminución de costes durante el desarrollo para arreglar un problema en el futuro y, en definitiva, se crearán productos digitales con valor y de éxito, que mantendrá a clientes satisfechos ayudándoles a conseguir sus objetivos con productos pensados y diseñados para atender sus necesidades de negocio.

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