Juan José D'Alessandro
Programa El Futuro bajo Control, 9 de octubre 2014. 
El hecho de que disminuya el hábito de pagar en efectivo y aumente el volumen de las transacciones a través de tarjetas de crédito y débito es una realidad que viene sucediendo desde hace ya varios años. De hecho, en el pasado los empleados cobraban su salario en efectivo, algo que ya no es habitual en nuestros días.
Sin dudas, las transacciones bancarias vía web y mediante las plataformas de e-commerce son realmente un furor. De hecho, está aumentando notablemente el número de compras online en todo el mundo, incluyendo la Argentina.
Por este motivo surgen compañías como Pay Pal o Mercado Pago que permiten que los usuarios depositen dinero para que luego lo puedan utilizar para realizar compras. Aunque parezcan similares a una entidad bancaria, lo cierto es que se trata de sistemas distintos, ya que por ejemplo, no generan interés para aquellas personas que dejan su dinero depositado durante mucho tiempo. Sin embargo, son efectivas desde el momento que cuentan con las garantías de seguridad necesarias para que las transacciones se efectúen de una manera segura. Por eso los usuarios no tienen temor al ingresar en estas plataformas su número de tarjeta de crédito.
En este sentido, la evolución de los medios de pago es una constante a través del paso del tiempo. Y así como en 1950 surgió Diners Club, que fue la primera tarjeta de crédito, lo importante es facilitar la instancia de la transacción entre las partes. Por eso la clave está en la cantidad de personas o comercios que aceptan los distintos medios de pago. Al respecto, vale hacer una analogía con el Bitcoin, que es una moneda virtual de la cual se habla mucho en estos días: a medida que más gente la utilice, mayor será su popularidad.
Si bien los Bitcoins no son novedosos, en los últimos tiempos están generando bastante ruido. De hecho, la cadena WalMart anunció que está analizando la posibilidad de aceptarlos como medio de pago, mientras que el fabricante de computadoras Dell ya los adoptó.
Una anarquía llamada Bitcoin
El Bitcoin puede considerarse como una moneda anárquica porque a diferencia de las otras monedas no está respaldada por un Banco Central o un país. De hecho, son los propios usuarios los que la validan. En definitiva: es una moneda que no es manejada por alguien, sino por todos. Justamente esto es lo que le da valor al Bitcoin, y de ahí es que su cotización tenga tantas fluctuaciones.Si bien por el momento son más las personas que la utilizan para inversión más que como un medio de pago, lo interesante es que este sistema propone que no haya cobro de comisiones y que se autorregule. Este marco hace temblar a PayPal, MercadoPago (que cobran comisiones) e incluso a muchos países que ven en las monedas virtuales una amenaza para sus propias monedas. ¿Hacia dónde vamos en este aspecto? Todo indica que cada vez más comercios aceptarán al Bitcoin como medio de pago. De ahí que muchos gurúes indican que en el futuro ella no será la única moneda virtual.
