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Captura, utilización y almacenamiento de CO2

La captura y almacenamiento de carbono (CAC) es una forma de reducir las emisiones de carbono que podría ser clave para ayudar a abordar el problema del calentamiento global. Es un proceso de tres pasos que implica capturar el dióxido de carbono producido por la generación de energía o la actividad industrial, transportarlo y luego almacenarlo bajo tierra.

Por su parte, el concepto de CUAC (captura, utilización y almacenamiento del carbono, comúnmente referido como CCUS, por sus siglas en inglés) va más allá al proponer el uso del CO2 capturado: la idea es que en lugar de almacenar carbono se pueda reutilizar en procesos industriales convirtiéndolo en plástico, hormigón o biocombustible, por ejemplo.

En primer lugar, estas iniciativas implican la captura de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de procesos industriales, o de la quema de combustibles fósiles en la generación de energía. Este paso se puede realizar con una variedad o combinación de tecnologías. Luego, este carbono se transporta desde donde se produjo, a través de un barco o en una tubería, a lugares donde se pueda utilizar como insumo, curado en hormigón o usado como materia prima para fabricar combustible sintético para aviones o, en su defecto, se llevará a donde pueda almacenarse a gran profundidad en formaciones geológicas.

De tal manera, en el proceso de captura el CO2 se separa de otros gases producidos en procesos industriales. En el de transporte se comprime y se transporta a través de tuberías, carretera o barcos. Y, en el almacenamiento, se inyecta en formaciones rocosas a gran profundidad (1 kilómetro bajo tierra), en formaciones salinas profundas o en depósitos de petróleo y gas agotados. Una vez que se completa la fase de inyección debe sellarse el pozo utilizando un "tapón" adecuado para evitar que el CO2 suba y escape o contamine las aguas subterráneas.

Potencial considerable
La industria genera casi una cuarta parte de las emisiones de CO2, con lo cual es clave que haga su transición hacia modelos más limpios. La producción futura de cemento, acero y productos químicos debe ser más eficiente y emitir mucho menos CO2 si se quiere cumplir con los objetivos climáticos.

La captura, utilización y almacenamiento de carbono que, en rigor, refiere a una familia de tecnologías, puede desempeñar un papel de relieve en esta transformación sostenible. Para algunos procesos industriales y de transformación de combustibles es una de las soluciones más rentables para reducir emisiones a gran escala.

CAUC no acota la necesidad de seguir bajando las emisiones de CO2 mediante otros caminos como el uso de más energías renovables, por ejemplo. Pero ofrece un potencial considerable para reducir las emisiones en sectores donde esto resulta particularmente complejo, como la producción de cemento y acero. Junto con la captura natural de carbono lograda mediante la reforestación, sería un paso necesario en el camino para limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.


Un informe de 2019 indicó que en ese momento había 51 instalaciones de CAC a gran escala en todo el mundo (19 en operación, 4 en construcción y el resto en diversas etapas de desarrollo). Con respecto a la ubicación, 24 estaban en América, 12 en Europa, 12 en Asia-Pacífico y 2 en Oriente Medio.

Usos por industria
Entre los usos posibles del CO2 por industria, la recuperación mejorada de petróleo lidera el campo. Representa alrededor del 90% de todo el uso de CO2 en la actualidad (principalmente en EE.UU.). Por otra parte, los nuevos procesos podrían bloquear el CO2 de forma permanente en el hormigón, "almacenándolo” en edificios o veredas, por caso. Asimismo, a través de una reacción química el CO2 capturado de la industria se puede combinar con hidrógeno para crear nafta sintética, combustible para aviones y diesel. Por otro lado, la captura directa de carbono del aire (DAC) podría llevar las emisiones de CO2 a territorio negativo a lo grande; el problema es que se requiere mucha energía y dinero para capturar CO2 en concentraciones atmosféricas muy bajas.

La realidad, sin embargo, es que para alcanzar el potencial de CAUC, los proyectos a escala comercial deben volverse económicamente viables y para ellos se requieren incentivos y marcos regulatorios de apoyo.