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La crisis del coronavirus ha sembrado el pánico y la confusión al golpear con fuerza la actividad empresarial durante los primeros meses de este año. Sin embargo, todo tiene una parte buena, y en este sentido, el Covid-19 también ha impulsado “casi sin querer” la colaboración entre empresas en búsqueda de nuevos modelos de negocio y soluciones globales.
Estos modelos forman parte del concepto de Open Innovation o Innovación Abierta, una forma de progresar que ha ayudado a las empresas a adaptarse a las dificultades planteadas por la interrupción indefinida de la actividad y del distanciamiento social.
Durante el Covid-19, la actividad de las empresas, ya sean B2B o B2C, ha tenido que enfocarse principalmente en:
Con este panorama tan cambiante e impredecible, las empresas han tenido que buscar formas de colaboración online para evitar quedar obsoletas en sus respectivos sectores. Aquí es donde entra el concepto de Open Innovation y las ventajas que supone para el mundo empresarial hoy en día.
La Open Innovation es el continuo proceso de colaboración e intercambio de información y recursos tecnológicos, entre agentes internos y externos a las empresas, a través del cual, dichas empresas encuentran nuevas y mejores soluciones a los problemas de los usuarios, a la vez que generan nuevo valor en los mercados tradicionales.
Es por tanto un proceso descentralizado y participativo sin restricciones, basado siempre en las relaciones de mercado a largo plazo. Además, requiere del intercambio de las habilidades complementarias entre las distintas compañías: startups, empresas tradicionales, grandes conglomerados y Universidades, y donde la función de la tecnología desempeña un papel protagonista. A mayor creatividad y uso eficaz del talento y el conocimiento especializado, mejores resultados para la empresa.
Grandes empresas como Ferrovial, BBVA, Telefónica o Barclays han adoptado estrategias y estructuras sólidas para la innovación interna, separadas, además, del tradicional departamento de investigación y desarrollo, y apoyándose en una fuerte cultura empresarial orientada a la innovación, impulsada generalmente mediante el establecimiento de una unidad especializada en innovación y también a través del nombramiento de un CIO (Chief Innovation Officer) o un CDO (Chief Digital Officer) para supervisar el proceso.
A partir de estas estrategias internas, las empresas han diseñado su eje de actuación sobre la innovación, para, por ejemplo, invertir en un fondo de capital de riesgo corporativo o crear un programa de aceleración corporativo. De hecho, el 78% de las grandes empresas europeas afirman tener un fondo de capital de riesgo corporativo dedicado a invertir en nuevas startups, el 64% de ellas invirtieron en entre 1 y 5 startups, y el restante en 6 o más, durante el pasado año. Además, el 70% de las empresas, cuenta con un programa de aceleración corporativo para dar más apoyo a las startups y mantener un compromiso activo con las mismas.
Por último, es interesante mencionar que la adquisición y uso de tecnologías ajenas a la empresa se conoce como Innovación Inbound, y es comúnmente el método de innovación más usado. Sin embargo, la innovación no siempre tiene que proceder de fuera, en muchos casos las empresas apoyan el talento interno mediante la financiación y mentorización de proyectos de intraemprendimiento pensados por empleados con espíritu creativo que en ocasiones terminan creando una startup.
Los principales beneficios que las empresas encuentran en la Open Innovation son:
La crisis del coronavirus ha hecho que la colaboración entre empresas sea más necesaria que nunca, anteponiendo la actividad en beneficio de la sociedad a la búsqueda de beneficios comerciales.
Desde la comunidad científica se ha hecho un llamamiento para que empresas, organizaciones y startups compartiesen sus datos con el objetivo de mejorar la reacción conjunta ante el virus y acelerar el proceso de recuperación.
En España, por ejemplo, a nivel social, la aseguradora DKV, lanzó de manera gratuita su app de telemedicina ‘Quiero Cuidarme Más’ para descongestionar hospitales permitiendo que estos se centrasen en los casos más graves por coronavirus, evitando posibles nuevos contagios en los desplazamientos. También puso en marcha su iniciativa ‘#NingúnMayorSolo’, que daba apoyo emocional y psicológico para personas mayores durante la pandemia.
Otras empresas como Samsung han colaborado con ONGs como Save The Children para entregar unas 600 tablets para que alumnos sin recursos pudieran continuar con las clases a distancia. Repsol, por su parte, readapto su centro Repsol Technology Lab para producir gel hidroalcohólico.
Ya a nivel tecnológico, destaca también la colaboración entre Google y el Ministerio de Industria con la puesta en marcha de la plataforma ‘Impulso Digital con Google’ para digitalizar las Pymes y ayudar en la recuperación económica, prestando especial atención al sector turístico español. Según datos de la Comisión Europea, sólo el 14% de las pymes españolas cuenta con un plan de digitalización.
Además, en septiembre, Google lanzará desde ‘Google for Startups Campus Madrid’ su ‘Growth Academy: Traveltech’, de la mano de la OMT y la EMEA, para impulsar startups de tecnología relacionadas con el sector del turismo y capacitar a los profesionales en las habilidades digitales.
Así, Google ha añadido nuevas características en sus aplicaciones clásicas como Maps y My Business, para que las empresas pueden añadir información interesante de cara al consumidor, como, por ejemplo, si ofrecen comida a domicilio, o proporcionan clases online, entre otras.
Desde el punto de vista de la eficiencia empresarial y de la colaboración, una de las mejores y más innovadoras formas de abrirse paso en la vanguardia tecnológica es a través de los eventos de Hackathon.
Un Hackathon, de la combinación de palabras Hack y Maratón, es un evento de una duración entre uno o dos días, donde se buscan soluciones innovadoras sobre uno o varios temas específicos.
Los participantes, que pueden tener diferentes perfiles, desde estudiantes universitarios del sector STEM pasando por líderes de diferentes industrias, trabajan en pequeños equipos y en un ambiente que fomenta la creatividad y la búsqueda de soluciones experimentales, mediante el cual los equipos llegan a crear nuevos conceptos, ideas y prototipos para soluciones muy innovadoras enfocadas en un determinado sector.
El Hackathon ofrece múltiples beneficios, entre los que destacan:
Como ejemplos recientes de este tipo de eventos está, el de la Comunidad de Madrid en la cual tuvo lugar el Hackathon virtual ‘#VenceAlVirus’, cuya competición multidisciplinar surgió durante el Covid-19 para encontrar soluciones tecnológicas relacionadas con la salud, el empleo, la comunidad y la empresa.
Por su parte, el campus del ESIC Business & Marketing School en Valencia ha organizado, su primer Hackathon virtual, para ayudar a empresas, alumnos y docentes a contribuir con nuevas soluciones para la fase de recuperación tras la pandemia desde los puntos de vista del Business, Sociedad y de Personas.
También el BBVA lanzó su iniciativa “Ninja”, para impulsar el talento tecnológico dentro del Grupo BBVA. Los participantes de los 15 proyectos finalistas trabajarán durante una semana con mentores del BBVA para preparar el prototipo y presentarlo ante un grupo de expertos, para su puesta en marcha.
Línea Directa fue otra de las empresas españolas que aprovecho la pandemia para impulsar la innovación, y lanzó su 3º edición de “Big Ideas”, un Hackathon online, dirigido a estudiantes universitarios con perfil creativo y STEM, para pensar en soluciones innovadoras de cara a la digitalización del sector asegurador.
A nivel internacional, destaca el HackCorona, un evento en el que unas 300 personas, en un plazo de 48 horas, unieron sus esfuerzos para presentar 23 propuestas en total, como por ejemplo la creación de una moneda digital comunitaria para voluntarios, o Inteligencia Artificial para desarrollar de forma más rápida las posibles vacunas para el virus.
En el sector automotriz, ŠKODA AUTO DigiLab organizó su hackathon online ‘COVID Mobility Race’, donde 52 equipos de 19 países colaboraron para encontrar soluciones digitales en relación con el comercio de automóviles. El equipo israelí, Matter fue elegido ganador por su sorprendente tecnología 3D para salas de exhibiciones virtuales.
La Open Innovation es un requisito básico para que la empresa pueda mantenerse competitiva y a la vanguardia de lo que ocurre en cada sector a nivel tecnológico y operativo. Las empresas que no adopten estrategias internas y externas enfocadas a la innovación mediante la colaboración están destinadas al fracaso.
A pesar de estos momentos de crisis durante el Covid-19, que han impulsado el interés por la innovación y han supuesto la agilización del despliegue de nuevas estrategias de digitalización y colaboración, siguen existiendo, sin embargo, ciertas dudas en algunos sectores, sobre temas como por ejemplo, el registro de patentes o la regulación y limitaciones en cuanto al acceso a información crucial en ciertas empresas, en sectores como el farmacéutico o el de TI, con cuestiones como el acceso a código abierto, o la implantación masiva de ciertos tipos de software. Sin embargo, a largo plazo, estas dudas, que son totalmente válidas ahora, supondrán un bloqueo en el flujo natural en el que se mueve todo el ecosistema de empresas.
Finalmente, las necesidades de los clientes nunca se mantienen iguales después de una crisis. Puede resultar conveniente para el empresario pensar que sí, pero en la mayoría de las ocasiones esto no es así. Por tanto, haber establecido nuevas formas de generar Open Innovation puede aportar la flexibilidad que tanto se necesita y, al final, asegurar la viabilidad de la empresa.