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Los límites de la digitalización de información

Programa El Futuro bajo Control, 30 octubre 2014.

El nuevo formato permitirá acceder más rápidamente a los datos y agilizar los tiempos de gestión de la información almacenada. En el mundo hay muchos países que lo utilizan desde hace años con distintas tecnologías. Acá se optó por el RFID, un sistema de identificación por radiofrecuencia en la cual un dispositivo lector vinculado a un equipo traductor, se comunica a través de una etiqueta mediante ondas de radio.

Seguridad en la informaciónPrivacidad, en el centro de la escena

¿Quién va a guardar la información digital almacenada en los documentos? ¿Qué servidores contendrán esos datos? ¿Quiénes tendrán acceso a esos datos? Estos y otros interrogantes están siendo analizados por numerosas organizaciones ya que el nuevo DNI contendrá datos personales como los ya citados, por ende, cada persona podría percibir de alguna manera una especie de avance sobre su intimidad y, si bien en cuestiones delictivas estos datos son muy útiles porque pueden ayudar a rastrear criminales, lo cierto es que las personas pueden sentirse vulneradas en su privacidad.

Más allá del debate, lo cierto es que datos estarán disponibles, y hay que ver qué uso se le da o no: Por ejemplo, podría ser muy valioso que cada persona cuente con su historia clínica digitalizada, y que los sanatorios tengan acceso a esto para agilizar trámites vinculados con la salud. Sin embargo, si estos datos cayeran en manos de las empresas podría ocurrir que sesgara la selección de sus colaboradores.

La nueva versión digital del DNI agregará también datos de identificación biométricos, como los que contiene SIBIOS, el Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad creado por el decreto del Poder Ejecutivo Nacional Argentino en noviembre de 2011 e impulsado desde el Ministerio de Seguridad de la Nación cuyo objetivo central es contribuir a la seguridad pública a través de, por ejemplo, comparar material de video con las bases de datos para detectar rápidamente a una persona. Por último, un detalle que viene a simplificar las operaciones digitales: la firma digital.

En España existe desde 2012, en Alemania se utiliza desde 2010. También tienen documento con chip Bélgica e Italia. En la mayoría de los casos el chip sólo contiene información de identificación personal y firma digital, no así la información personal.

Como adelantaba, la incorporación de datos personales ha provocado algunas reacciones por parte de organizaciones civiles, ya que más allá de las facilidades y ventajas que traerá este nuevo sistema, es normal que la incorporación de datos sensibles y privados cause cierta sugestión, mucho más luego de hechos ocurridos recientemente como los que develó el informante, antiguo empleado de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) de USA, Edward Snowden quien en junio de 2013 hiciera públicos, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, documentos clasificados como alto secreto sobre varios programas de la NSA, incluyendo los programas de vigilancia masiva PRISM y XKeyscore.

Con todo esto, no es sorpresivo que la Era Digital, haga convivir herramientas tecnológicas con obsolescencia programada como los smart phones y tablets con sistemas de recopilación de datos tan antiguos como los que continúa utilizando el Sistema Judiclal, en el cual se guardan (¡y cosen!) por día cientos de expedientes, o como el registro del automotor, entre otros.

Entonces, en definitiva, la tecnología está, pero todavía existen cuestionamientos sobre algunos usos sobre todo cuando se trata de información personal. ¿Quedará algún día nuestra identidad relegada a datos contenidos en un sistema como auguraba la película futurista La Red en 1995? Todavía queda mucho por recorrer.