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Érase una vez, en una tierra no muy muy lejana, un joven llamado Sheldon, un gran apasionado de la tecnología. No existía nuevo gadget o software que se le resistiera. Era implacable probando y aprendiendo todo lo nuevo que surgía, disfrutaba usando la tecnología en su día a día y compartiendo con sus amigos, orgulloso, cada avance. En pocos años se había convertido en una referencia en el sector, con lo que rápidamente las grandes empresas empezaron a interesarse por él.
Sheldon comenzó su carrera profesional y consiguió un puesto que le daría la oportunidad de hacer lo que quería. La vida nunca fue mejor. Allí pudo aplicar sus conocimientos y creó cosas increíbles.
Sin darse cuenta, la vida avanzaba y él era feliz.
Un día, al salir del trabajo, se encontró con un par de amigos que llevaba tiempo sin ver y comenzaron a charlar. Hablaron durante rato de las últimas novedades del sector y de repente una extraña sensación empezó a invadir a Sheldon: sus compañeros hablaban de frameworks, librerías y tecnologías que nunca había escuchado. Un montón de palabras y siglas que eran nuevas para él. Era terrible, ¿Cuándo había dejado de aprender y de estar al día? Pensaba que había trabajado en los mejores proyectos pero… ¿Y si tal vez estaba equivocado? ¿Cómo había sucedido eso?
- ¿En qué momento me he quedado obsoleto sin ser consciente? — pensó.
Afortunadamente Sheldon era un chico muy inquieto, así que sin pensar mucho más en ello decidió pasar a la acción: debía actualizarse y ponerse a la última en tecnología. Alcanzar ese state of the art o esa cresta de la ola de la que habían hablado sus amigos. Pero nada más comenzar ya parecía imposible, ¡no había tiempo suficiente!
Mil preguntas chocaban en su cabeza y una incógnita destacaba por encima de las demás: ¿Por qué en el trabajo no podía utilizar todas esas tecnologías? Así que un día, decidido, intentó integrar algo que había aprendido en casa, en el proyecto en el que trabajaba. Lejos de agradecimientos, Sheldon recibió una dura reprimenda por poner en riesgo el proyecto.
- Solo lo había intentado mejorar — se dijo.
Ese día volvió a casa un poco más triste, pero, lejos de venirse abajo, abrió el ordenador y siguió trabajando en su proyecto personal, sabiendo que quería aprender aquella nueva tecnología como fuera. ¿El problema? Le seguía faltando tiempo y conocimientos suficientes para implementar otras partes de su propio proyecto.
Meses después, en un evento de software libre, conoció a Penny, una chica tan inquieta como él. Tras horas charlando, se dieron cuenta de que tenían infinidad de cosas en común. Penny le explicaba sobre lo último puntero que conocía y Sheldon le atendía sin pestañear. Le encantaba tanto lo que escuchaba, que no dudó en preguntar dónde había aprendido todo eso. ¿Es que acaso no trabajaba?, le planteaba Sheldon sin entender cómo era posible de otra forma. Sin embargo, la respuesta de Penny le sorprendió:
- Verás, yo tenía inquietudes tecnológicas como tú, pero en el trabajo era imposible aprender algo nuevo que no fuera parte del día a día. Hasta que arrancamos la iniciativa de side projects.
- ¿Sideprojects? ¿Qué es eso? — Le interrumpió Sheldon
- Básicamente es un espacio de colaboración donde puedo encontrar compañeros con los que trabajar en pequeños proyectos, donde tenemos total libertad para elegir los tiempos, los hitos, las tecnologías y los procedimientos.
- Suena muy bien, pero seguro que no es tan bonito como lo pintas…-comentó él con escepticismo
- Entiendo tu opinión, pero no es algo nuevo, existen muchos casos de éxito que te llamarían la atención… incluso, si te interesa saber más, mis compañeros Marta y Dani darán una charla en la próxima edición del T3chfest y estoy seguro de que no te dejará indiferente. ¡No te la puedes perder! — continuó Penny
-Además, en Softtek siempre estamos buscando gente creativa, innovadora e inteligente como tú. ¡Seguro que te encantará formar parte!
- ¡Genial, no digas más! ¿Dónde hay que apuntarse?
No lo dudes, pásate por nuestro stand y descubre todas las sorpresas que tenemos preparadas. ¡Queremos conocerte!
¡Nos vemos en T3chFest 2018!
El equipo de Softtek
PD. La versión original ha sido publicada en el blog de t3chfest.